Bueeeenaaaas! …con
lo bien que me lo pasaba leyendo y compartiendo el blog sin más…
Y lo que hay que
hacer para tener a la polluela
conteeeenta!
Todo el fin de
semana estuvo condicionado por el viaje del domingo, viernes tarde compras
(aceite, avellanas, jamón…delicatessssssen que se echan de menos) y sábado
maletas (excepto un vermouth musical que se nos manifestó bastante
especial!). Domingo 4 AM levantada con la impresión de haberme quedado dormida!! Viaje en tren hasta el aeropuerto y,
posteriormente hasta Copenhague en avión, sin ningún contratiempo. Acierto en la lectura, en la temperatura y la
ropa, en los bocatas , la situación de los asientos, el cielo , los paisajes y en toooooodo. Qué nubes tan adorables! Dormí plácidamente medio viaje.
Me moría de ganas
de darle un súper abrazo a mi hija… y sólo verla lo hice!!! Aunque luego
metiera un poco la pata… con las ganas que tenía de veeeerla!
El aeropuerto, el
tren, el metro, abarrotados de gente muda?, o yo sorda?... jajajaja la verdad
es que sorprende tanta paaaaz! Incluso hay vagones en los que se está (y así
reza el aviso) en silencio absoluto.
Ya en la casa,
conocí el papá; se le ve buena persona y sonriente, poco hablador y algo tímido, pero muy
hospitalario. Nos fuimos a por el tren;
mi hija había planeado cena típica danesa y teníamos reserva en un pequeño
restaurante en otra zona de la ciudad. Abrigadas con anorac, gorro, guantes ¡!!
Tras un pequeño
rifi rafe…jijiji…mi hija ya se quería ir sin cenar, porque no permitían que se
compartiera un plato enoooorme (mejor dicho; si cenan 2 se piden dos comidas),
pues al final fue todo muy bien ¡! …y
para casa que estaba moliiiida!
Diana a las
siete, hoy lunes ya tocaba currar. Aspirador y fregoteo en la zona del lavadero…
menudos elecrodomésticos del futurooo: Pedazo de lavadora y de secadora siemens
digital…como de la NASA, y con las instrucciones en danés, uuuufff. Le he echado una manita con la plancha, que
también es de tecnología punta y que pita y es digital toda ella.
A las 10,30
aprox nos hemos ido a por el bus, a
conocer la city. Un mercado , con puestos de pan de mil sabores, especias
orgánicas, quesos del mundo, especialidades griegas, italianas, montaditos made
in spain, etc, etc.. Callejeando hemos llegado a la plaza dónde está el
ayuntamiento (en obras) y otra cerca del Tivoli. Comida típica en el restaurante, Kanal Cafeen, delante del canal, con unos
montaditos a la danesa llamados smorrebrod, espectaculaaareees, y con gente muy
agradable a su cargo.
Hemos paseado por
una calle comercial larguíiiiisssssima mientras llovía, hacía viento y estaba nublado. Finalmente, al llegar al famoso puerto Nyhavn
ha salido el sol, cosa que he celebrado con una Carlsberg en la terraza de la foto, y que me ha costado 60 coronas danesas- unos 8
euros.
Metro y bus, en
casa por fin, ducha, cenita ligera y blog. ¿Qué más se puede pedir?
Ahora a
dormiiiir!
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